22 de julio: primer día en Cracovia

Nuestro primer día en Cracovia  By Almudena Santos El día de hoy ha estado repleto de turismo por Cracovia. Hemos amanecido con muc...


Nuestro primer día en Cracovia By Almudena Santos

El día de hoy ha estado repleto de turismo por Cracovia. Hemos amanecido con muchísimo sol, y después de un rato de oración, la Misa y un frugal desayuno, hemos corrido al autobús para visitar la segunda ciudad más grande de Polonia. 

Nuestra guía, Dora, nos ha contado no sólo la historia de los monumentos sino también las leyendas que los acompañan, como la del Dragón del Palacio y la de la muerte de san Estanislao (uno de los patrones de la ciudad). Hemos tenido una visita guiada en el Palacio de la colina de Wawel (lo más sorprendente ha sido la decoración con cabezas que te miraban en el techo de la sala del trono) y también hemos visto el interior de la Iglesia Mariana, preciosa. La guía nos iba contando escenas de la vida de San Juan Pablo II que ocurrieron en la ciudad, ya que fue su obispo durante muchos años. Por último, después de la comida, hemos paseado por el Mercado de los Paños y comprado souvenirs (lo más típico es el ámbar y los dragones). 

Ha sido un dia fantástico donde hemos visto a muchísimos peregrinos por la calle, bailando, en conciertos, paseando, que nos saludaban. Mañana más!





Ciertamente, ya estamos aquí By Pablo Serafín

Ciertamente, ya estamos aquí; Cracovia ¿cómo nos recibirás?. Con una sala diáfana, amplia, espejos por un lateral, por los que se reflejan los cuadros de los Santos polacos. Hay una frontera! Normalmente no la hay, verdad?. Toca control de pasaportes; un momento: ¡Venga, una foto!; gracias Fran. Se me han adelantado en la cola, Voy el último,¿providencia? Quien sabe. Nos toca, vamos el último. Habla el policía en inglés, tras el grueso panel de vidrio. No entiendo, qué mira, qué falta...llamada de ayuda. Algo no va bien. Chequeos, comprobaciones y listas; una llamada de consulta. DNI's y pasaportes: Explicaciones del Padre Jesús. Entiendo que he de cambiar la postura, no le había dado importancia. Qué ha pasado? "Acompañe" dice la Policía. Control secundario. El idioma es ininteligible, más todavía cuando no es posible concentrarse. Mil y una historias de "control de aduanas" orbitan las neuronas a la velocidad de la luz; vamos: toma aire, relájate. No soy el único: hay otro delante de mí, y enseguida llega otro. Somos tres ya casi en la misma situación. Nervios? En exceso, mas no vale la pena. Preguntas? Mejor no interrumpir. Nos ofrecen asiento; mesas de oficina y pantallas, todo suena conocido, mas no así los rostros que tengo delante,sus cuerpos robustos tampoco son muy familiares. Nada que leer...nada que intuir, el inglés se deja entreoír entre polaco y polaco. Infinita espera, desesperante silencio. Nadie me dice nada, pero por los otros dos ya me sé lo que me espera. Llamada sí y llamada también...chequeo aquí y por acá también, de qué estarán hablando. En España han cerrado las oficinas a esta hora, pero no así los aeropuertos...porque mi vuelta atrás parece inminente. Preguntas por fin, digo por fin porque al menos sé que están "con lo mío", pero cuanto más preguntan...más preguntas me surgen. 

Explicaciones en un papel, ¿nos van a deportar? No lo sabemos pero está casi claro. Y como a todos: registro de equipaje, información de la legalidad de los procedimientos utilizados (qué sé yo de la ley polaca ni de las leyes de la  UE para las fronteras) pero también toca registro personal. Un chiste! Unas palabras...eso es trabajo! Marcado carácter policial. Dónde está quien hasta aquí me trajo? Es la que ahora me hace preguntas: nombre, apellido, padre, dirección postal....y una llamada tras otra...y aquí alguna consulta. Hay que firmar papeles: qué dirán? Están en inglés, menos mal, y admitido que se ha informado del proceso. Pero vuelvo a España? En realidad ya estaba en España! Mi cabeza ya se hizo a la idea.

Qué pasa con esa esperanza de algo grande si mi JMJ acaba de terminar antes de empezar? 
"Tranquilo, puedes entrar en Polonia" 
Me cuesta encajar la noticia.
 Tengo que volver de España, donde mi mente se recreaba de todos los posibles escenarios de la deportación. Voy a entrar a Polonia! El camino sigue! Habrá que rehacerse a la idea.  Habrá que reilusionarse. Me despido de aquella sala, últimas comprobaciones. Me despido de esos carteles ilegibles, de esos que miras sin ver.

Seguro que Cracovia nos espera, mas no me imaginé aquello. Una gracia de Dios? Cada paso cuenta, recuerdo, y eso me reilusiona. Reilusiona también la acogida del grupo: gracias chicos, disculpen por la demora.

Cracovia ciertamente esperaba, impresionante colegio. Qué acogida! Tenemos habitaciones, hay camas! Es de mañana ya? Si me acabo de acostar! Ah, no, que son las 4 de mañana, vaya con Polonia! Pero tampoco falta mucho para levantarse. Arriba! Ducha! Laudes. La oración matinal de grupo no se ha hecho esperar: una placita, tomen el suelo:  disposición de oración. Y la canción: perfecta; las preces: las que necesitaba. Es una providencia, estar aquí ya lo es, no renuncio a las expectativas.

Quién diría que nos aguardaba un día tan cargado. Qué historias en el museo! Visitas, paseo...¿comemos? Aguantad un poco más! Venga, seguimos: La Iglesia Mariana, qué preciosidad! 

Comemos: al fin! Una vuelta... y otra vuelta. Ya es la hora de quedada! Qué juguetones estamos! 
Cena ahora? ...a las 18h: vaya con Polonia! 

Ya se acaba el día, y una asamblea es lo mejor. No renuncio por nada a la misa matinal, que si no...pierdo el norte. Y por eso es mañana a las 5.45h. Otro día sin dormir? Lo ofrezco al Señor. Mañana será otro día.

Artículos relacionados

0 comentarios

Flickr Images