Nuestro viaje
21 de julio: viaje de ida
julio 21, 2016"No va a ser un viaje más" By Miguel Fernández
3, 2, 1... ¡Empezamos!
Avión:
Estamos en el avión. Hemos tenido misa y comido en el aeropuerto. Ahora estamos en medio del vuelo, se ven los Alpes bajo nuestros pies...
"No va a ser un viaje más" ¡¡Claro que no!! Se respira mucha alegría y muchísimas ganas. También impaciencia por llegar ya a Cracovia. Este no es un viaje cualquiera, todos lo sabemos. Nos mueve algo muy grande, esperamos muchísimo de este viaje, y seguro no nos defraudará.
Ya en Cracovia:
Estamos ya medio grupo en Cracovia. Primer día complicado. A uno de nosotros no le han dejado pasar por un problema de papeles, y le han tenido hora y media retenido. Ya está todo resuelto. El otro medio grupo, que volaba con otra compañía, sigue en Varsovia. Han tenido un problema y están gestionando con la aerolínea cómo venir a Polonia...
Por lo menos, tenemos buen tiempo. Hemos aterriza
do en un bonito atardecer, con un agradable fresquito que ya nos gustaría tener en Madrid.
Seguiremos informando...
Actualización: en el albergue:
Los que estaban en Varsovia ya están de camino hacia aquí. ¡Todo solucionado! También hemos encontrado en el albergue a un par de compañeros de viaje que venían directamente. Los redentoristas nos han recibido con los brazos abiertos. ¡Vamos a estar muy a gusto aquí!
No soporto las altutas By Pablo Serafín
Lo admito. Yo no soporto las alturas. Ha despegado el avión y acabo de darme cuenta que no me gusta la sensación de no sentir el suelo bajo mis pies. Durante el acceso a la pista, que ha sido bastante largo: casi 30 minutos, estaba bastante cómodo, sentía el rozamiento de las ruedas en las vibraciones que se transmiten al fuselaje, estaba bastante tranquilo, relajado, e incluso me dormía; todo ese sueño ha desaparecido en el instante que se han separado avión y suelo.
Tengo hambre, mucha hambre, una sensación de hambre que me ha invadido de repente. No hay dinero para extras, no hay dinero para viaje siqiera. No, no lo hay, pero estoy en el avión destino a Cracovia. El Señor me ha llamado, me lo ha regalado, qué sería sino un acto de la providencia el hecho de que yo esté aquí sentado?
Descubrir que odio la sensación de estar separado del suelo no es ni de lejos lo que me tiene Preparado el Señor. Hay mucho más, lo noto...lo sé. Es una sensación de no saber realmente qué es hasta que lo tienes de frente.
Ya estamos en vuelo: el Señor proveerá.
Ciertamente, la certeza de esta fe me ha transmitido confianza, paz y tranquilidad. Quién dijo que la obra del Señor sólo se manifiesta con grandes milagros, pero ¿no es acaso uno de estos milagros el hecho de que la menor de sus manifestaciones sea para nosotros uma gran bendición?. La homilía de ayer en la Aldehuela portaba un gran mensaje: deja hacer al Señor(él actúa según su criterio y sus criterios son perfectos). Unas palabras cuando menos inesperadas y en el lugar menos esperado, en una misa que había pensado saltar, mas ahí está el Señor con su mano suave, derramando gotas de gracia que caen sobre nosotros como torrentes de agua. Enraizado en esa certeza de y rememorando dicho mensaje, encuentro paz, porque el Señor hará como ha marcado, a mí me toca esperar con gran alegría, porque cada situación, paso o palabra son parte del camino hacia dicho Hacer.
No diré que no me he dado cuenta, una peli, un paseito...otro y un momento para mí, y entre tanto y eso: ya estamos en Cracovia!. Tocando suelo de nuevo, y me ha vuelto el sueño, pero no hay tiempo para eso: ya estamos en Cracovia, ya estamos aquí a donde el Señor nos ha traído.
Tú, Señor tienes abundantes gracias esperando y aquí me tienes.
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